En el marco de la iniciativa Navega
Seguro de Orange, se imparten cursos gratuitos para padres en los que, con una
duración de 20 horas, se abordan temas como hábitos de uso y respuesta de
menores y adultos ante los riesgos; principales riesgos a los que se
enfrentan los menores en el uso de las TIC, Redes Sociales, uso seguro y
responsable; privacidad e identidad digital, aspectos jurídicos o herramientas
de control parental entre otros.
No son pocas las informaciones que
últimamente destacan que chicos y chicas menores de edad difunden en las redes
sociales fotos suyas con un marcado tono sensual e, incluso, pornográfico.
Actualmente, una de las grandes preocupaciones de los padres es el sexting y el
temor a que sus hijos lo estén practicando. El sexting conlleva la difusión
incontrolada de fotos o vídeos de contenido provocativos y/o sexual a través
del móvil, webcam u otros dispositivos electrónicos.
Los menores suelen considerar esta
práctica como algo inocente e incluso divertida y la realizan los propios
protagonistas de forma voluntaria. Las motivaciones que les llevan a hacerlo
son diversas: desde una simple muestra de cariño hacia su pareja, hasta ligar,
tener más amigos, o incluso ser más votados en páginas que establecen rankings
de fotos mas provocativas.
Los menores se exponen a que estas
imágenes se difundan de forma incontrolada por la red. Nadie nos asegura que
las personas a las que van dirigidas las imágenes no las difundan a su vez, en
el presente o quizá en el futuro. El robo de las contraseñas o la pérdida del
móvil pueden ocasionar el mismo resultado.
Un estudio reciente refleja que el 88%
de las fotos y vídeos de contenido sexualmente explícito terminan
publicados en espacios web pornográficos.
La pérdida de privacidad del menor al
ver expuesta al público su intimidad, puede ocasionarle graves daños
psicológicos. Además, estas imágenes pueden ser utilizadas para realizar un
hostigamiento continuado al menor de diferentes formas (grooming,
ciberbullying...)
¿Qué pueden hacer los padres?
Los expertos
recomiendan:
1. Hablar con nuestros hijos,
informarles de que cualquier elemento publicado online
pierde el carácter de privado y corre el riesgo de ser interceptado
por terceros por lo que de ningún modo debe distribuirse a través de las TIC
contenidos que no quieren que sean vistos por terceras personas.
2. Informar y recordar a los
menores del carácter semipúblico de las redes sociales independientemente de
las opciones que éstas ofrecen para hacer fotos, mensaje y
conversaciones privadas.
3. Si el menor envía este tipo de
fotos o mensajes y otro usuario los hace públicos sin el permiso del primero,
debemos recordar que los derechos a la propia imagen y a la intimidad se
mantienen en la red, siendo una infracción de los mismos la
difusión y publicidad de aspectos de la vida privada del menor
cuando éste o su familia no hayan dado su consentimiento.
4. Para ayudar psicológicamente
al menor afectado siempre es recomendable consultar con un
profesional, ya que puede estar pasando por momentos difíciles al
ver expuesta su intimidad ante todo el mundo.
5. Los menores deben de aprender
a valorar la privacidad de sus datos.
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