Revista Hacer familia | 25
Julio, 2013 |
Las
dietas ricas en grasas saturadas pueden afectar al desarrollo
cognitivo de los adolescentes, además de producir trastornos
alimenticios y enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Es lo
que ha demostrado un reciente estudio realizado por el grupo de investigación
liderado por los investigadores de la Universidad CEU San Pablo,
Nuria del Olmo y Mariano Ruiz-Gayo, presentado en el Congreso Anual de la
Endocrine Society (San Francisco).
El
estudio se ha llevado a cabo en dos grupos de ratones: a uno de ellos se le
suministró una dieta en la que el 45 por ciento de las calorías procedía de
grasas saturadas, y el segundo recibió una dieta convencional que tenía el
mismo número de calorías que la anterior pero en cuya composición predominaban
los hidratos de carbono.
Así,
los expertos han desvelado que los animales en edad adolescente desarrollaron
cierta obesidad y presentaron importantes disfunciones cerebrales,
sobre todo relacionadas con la memoria. Por el
contrario, los ratones adultos que recibieron la misma dieta no sufrieron alteraciones de la memoria,
a pesar de que también fueron obesos.
Para
poner a prueba la memoria de los ratones, los expertos emplearon un ′test′
de reconocimiento espacial en
el que se utilizó un recinto que contenía dos piezas de plástico: una de ellas
conocida por los ratones, y la otra, desconocida, a la que los investigadores
iban cambiando de posición en el recinto.
Este
′test′ se basa en el hecho de que los ratones sienten más interés por los
objetos nuevos que por los ya conocidos, de forma que un animal capaz
de "recordar" un objeto, pasa más tiempo explorando el objeto nuevo que el antiguo. De esta forma, se
comprobó que aquellos sujetos que habían ingerido más grasas saturadas durante
la etapa adolescente habían perdido la capacidad de
discriminar entre
el objeto conocido y el nuevo, lo que no ocurrió en individuos adultos.
Esta
alteración de la conducta estaba acompañada por cambios
en la estructura neuronal que
afectaba, sobre todo, al hipocampo, una zona
del cerebro relacionado con la memoria. También se observó que en esta parte
del cerebro había una pérdida parcial del efecto de
laleptina.
"Todo esto puede deberse a que el cerebro es más susceptible a las grasas saturadas durante la adolescencia, y especulan con la posibilidad de que este tipo de dietas genere cambios hormonales que afectan a la maduración de algunas áreas del cerebro", han asegurado los expertos.
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