Europa Press | 8/10/2013
La directora del colegio público
femenino Young Women's Leadership School de Brooklyn (EEUU), Talana Bradley, ha
negado que la educación diferenciada suponga una segregación del alumnado y
afirma que la discriminación sería que las familias de los estudiantes no
pudiesen elegir entre su centro y uno mixto por cuestiones económicas, entre
otros factores.
"No creo que la educación
diferenciada tenga que ser para todos, sin embargo, es importante que sea una
elección posible para las familias
y que, además, no dependa de su capacidad económica", ha concretado
Bradley durante su ponencia en el '15º Diálogo de Educación' que ha organizado
este martes en Madrid la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (COFAPA).
Esta red de centros forma parten de
la Red de Liderazgo de Mujeres Jóvenes, una organización sin ánimo de lucro que
ayuda cada año a más de 2.000 chicas sin recursos a llegar a la universidad. La
escuela que dirige Bradley inició el proyecto con un grupo de 76 jóvenes y hoy
en día son 400 alumnas y 24 profesoras quienes trabajan diariamente
"para batir las estadísticas y demostrar que la excelencia está al alcance
de todos".
De hecho, según explica la propia
Bradley, el 56 por ciento de las alumnas de octavo curso, lo que equivaldría a
2º de la ESO, alcanzó en 2011 la máxima calificación que otorga el Departamento
de Educación de Nueva York por su progreso académico y la calidad del entorno
escolar. Asimismo, en 2012 la escuela consiguió situarse entre los centros con
calificaciones más altas en los cursos previos a la Universidad.
"LAS CHICAS MANDAN"
Bradley achaca estos resultados
académicos, entre otros factores, al hecho de que en las aulas sólo haya
chicas. "Ellas mismas reconocen que cuando hay chicos son menos serias en
las clases", ya que éstos "suelen estar bromeando", asegura la
directora del centro. En los uniformes se puede leer la inscripción 'Las
chicas mandan', un lema con el que confían cambiar una realidad en la que
"las mujeres están poco representadas en muchas áreas de la
sociedad".
Una de las máximas del centro es la
igualdad de oportunidades. En este sentido, Bradley explica que han
conseguido en poco más de cinco años que cientos de chicas jóvenes, en su
mayoría afroamericanas e hispanas de zonas especialmente deprimidas de Estados
Unidos, puedan cumplir su sueño de ir a la universidad. "Muchas serán
la primera generación con estudios superiores de toda su familia", ha
apostillado.
Respecto a la formación del
profesorado, ha señalado que "no hay nadie que simplemente imparta su
clase y se vaya". Así, destaca la implicación de todos los trabajadores y
apunta que "son las propias alumnas las primeras en exigirles unas
competencias adecuadas en el aula". Según Bradley, esta actitud responde a
la educación en valores que reciben y donde se potencian actitudes como la
valentía y el compromiso.
De la misma forma, incide en la
importancia del contacto directo entre el profesorado y la familia, que juega
un papel "fundamental" en la educación de los hijos. En concreto,
explica que se les obliga a controlar los deberes de las niñas y se les anima a
implicarse de una forma más activa en la dinámica del centro a través de los
'Equipos de liderazgo escolar'.
Para cerrar el acto, la
presidenta de COFAPA, Begoña Ladrón de Guevara, ha apostado por una buena
educación que no entienda de ricos o pobres y envidia que haya países "en
los que la pluralidad de la oferta , a la hora de escoger un centro escolar u
otro, se respete y se vea como algo natural". "La educación debe
ser algo que nos una a todos", ha concluido.
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