ABC | LAURA
PERAITA |
Pedro Núñez Morgades,
presidente del Consejo Asesor de la Fundación Legálitas, asegura que no somos
conscientes de la trascendencia de una buena educación
—¿Cree que las familias están lo suficientemente comprometidas
con la protección de sus hijos en las redes sociales?
–No somos conscientes de la trascendencia que la educación tiene
para nuestros hijos. Para protegerles hay que transmitirles valores como la
responsabilidad, el respeto, la empatía, la asertividad, saber decir que no al
grupo, el esfuerzo... La educación en valores es la gran herencia que podemos
dejar a nuestros hijos. No nos damos cuenta de que más vale prevenir que curar.
Deberíamos educarles todos: padres, profesores y también abuelos, que hemos
pasado de ser meros canguros a educadores. La educación es la clave y con ella
nos ahorraríamos muchos disgustos.
–Si es la clave, ¿por qué no se
centran en estos valores los padres?
–Nos encontramos en un momento históricamente nuevo porque las
nuevas generaciones saben más que sus padres en temas como las nuevas
tecnologías y no nos debe dar vergüenza decir a nuestros hijos «vamos a navegar
juntos y enséñame lo que no sé». De todas formas, todos insistimos en la
necesidad de educar a nuestros hijos, pero creo que no lo hacemos con la
suficiente contundencia. La teoría es muy fácil decirla, pero en muchas
ocasiones hace falta que los padres refresquen ciertos conocimientos y, si lo
que queremos es proteger a los menores de las redes sociales, primero hay que
aprender, no su uso ni su práctica, más bien sus riesgos. Además, muchas veces
los padres cierran los ojos a este respecto. Deben ponerse al día porque la
gran mayoría piensa que es función de los educadores, que también, pero no hay
que delegar en ellos toda la educación de nuestros hijos.
—¿Es una buena opción acudir a
las escuelas de padres?
—Sí, efectivamente. Pero deben acudir los dos porque en el 90%
de los casos las madres van solas. Desgraciadamente vivimos aún en un sistema matriarcal
y los padres no comparten su parte de responsabilidad en la pareja como padres.
Cuando llegan a casa dicen a su mujer ¿te ayudo? si ven, por ejemplo, que está
bañado a los niños. ¿Cómo que te ayudo? No asumen que es su responsabilidad
también. Yo no veo un avance elocuente en este asunto. Es una lástima que aún
las mujeres se sienten responsables de todas las tareas y, si la familia
fracasa, la mujer piensa que es por su culpa. Eso es tremendo.
—¿Cómo cree que se puede
cambiar este panorama?
—Las mujeres deben plantarse ante la pareja. Deben decirle que
no aceptan un ¿te ayudo? porque las tareas son igualmente comunes.
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