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viernes, 5 de julio de 2013

Los profesores se suspenden pero las familias les aprueban con un notable

Se puntúan con un 2,3 sobre 5 mientras que los padres les otorgan un 3,7
Europa Press | Madrid | 04/07/2013 

Acostumbrados a poner notas y evaluar a los estudiantes, los profesores españoles están mejor valorados de lo que ellos piensan. Las familias están lejos de suspenderlos, aunque ellos lo hacen. El estudio 'El prestigio de la profesión docente. Percepción y realidad', publicado por la Fundación Europea Sociedad y Educación (FESE), destaca que, a pesar de que ellos se atribuyen un 2,3 sobre 5, las familias les otorgan un 3,7 sobre la misma nota.
A la hora de calificar la educación, la mayoría de las familias encuestadas aprueban con mejor calificación a los docentes de su centro que a la situación de España en general. Por ello, su reconocimiento social se encuentra en la zona "media o alta" de la consideración general de los profesionales, según ha destacado el investigador de la asociación Analistas Socio-PolíticosJuan Carlos Rodríguez.
Los criterios para evaluar a los profesores son, en primer lugar, el grado de profesionalidad que asumen (según el 93,5% de los encuestados), a sus competencias profesionales (92,2%) y la contribución que realizan a la sociedad a través de su labor pedagógica (88,8%). Además, el 66,3% de los participantes consideran que la retribución económica ayuda a mejorar la valoración de la sociedad hacia los docentes.
El documento, en cuya elaboración ha participado como coordinadora de la investigación la vicepresidenta de FESE, Mercedes de Esteban Villar, con la colaboración de la Fundación Botín, señala también que las familias encuestadas reconocen que si los decentes tuvieran mayor prestigio, mejoraría la calidad de la educación. Así, aunque mayoritariamente no conocen de cerca sus condiciones de trabajo, creen que sería positivo que mejoraran.
Además, indica que la responsabilidad sobre la valoración social de los profesionales de este campo recae principalmente sobre los padres de los alumnos (44,2%) y los políticos (42,9%). En segundo lugar, las respuestas de los encuestados aluden a los profesores y maestros por sí mismos (31%) y sus alumnos (29,4%). Por último, el informe atribuye una responsabilidad baja a los medios de comunicación, aunque señala que sí influyen en la percepción que se tiene del colectivo en España "por la notable presencia de noticias negativas sobre el profesorado".

Mediocres resultados educativos

El catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid Julio Carabaña, que ha participado en la investigación, ha destacado que los resultados educativos de España a nivel internacional "no son malos pero sí mediocres", en tanto que se encuentran cercanos a los de muchos otros países europeos.
En este sentido, ha destacado el caso de Finlandia, "la excepción al resto de países europeos", en cuanto a reconocimiento social de los profesores. Así, ha destacado que los profesores en el país escandinavo cobran menos (proporcionalmente) que los docentes españoles pero están mejor reconocidos socialmente.
En la misma línea, los resultados del estudio de FESE muestran que la mayoría de las familias con hijos en edad escolar creen que se debería aumentar la exigencia en la formación del profesorado y un 67,7% preferiría que los profesores de secundaria estudiaran una carrera relacionada con la educación, en lugar de adquirir las capacidades posteriormente, mediante un master.
Dos tercios de los encuestados consideran que debería ampliarse la autonomía para centros y profesores y señalan que los colegios públicos deberían tener libertad para elegir a sus profesores. El presidente de Analistas Socio-Políticos, Víctor Pérez-Díaz, destaca la necesidad de recordar que los "protagonistas" de la educación son los profesores y las familias y ha señalado una "potencial alianza" entre ambos para mejorar la educación, a través de la conversión de los centros en "comunidades morales e intelectuales" que incidan en el acompañamiento del menor a través de su proceso educativo.
Asimismo, ha destacado la importancia de mantener los estímulos a la excelencia a la educación y, aunque ha reconocido que estimularla tiene el riesgo de crear "oligarcas" también ha indicado que no hacerlo "empobrecería a todos". Según Pérez-Díaz, "gran parte de los problemas que componen la situación dramática" en que, a su juicio, está sumida España, derivan de una "educación cívica baja".

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