MANUEL TRILLO / MADRID
/ 20/06/2013
Los rectores pidieron al ministro la retirada del decreto
porque aseguran que no respeta la «igualdad de oportunidades»
El ministro de
Educación, José Ignacio Wert, ha advertido este jueves a los rectores de las
universidades públicas españolas que su posición «no ha variado» en el
«planteamiento de exigencia de rendimiento académico» para la obtención de
becas. Los rectores de las
universidades públicas españolas habían
pedido que retire el
borrador de decreto de becas, por su rechazo
tanto a la elevación al 6,5 de la nota de acceso a estas ayudas como al nuevo
modelo que hace que parte de la cuantía de la beca se calcule en función de las
calificaciones obtenidas y no sólo de la renta y el patrimonio.
Wert, en
una comparecencia ante los periodistas tras la reunión del Consejo de
Universidades, mostró su «disposición al diálogo» Sin embargo, así como el día
anterior, tras su reunión con los consejeros de las comunidades autónomas, dijo
que estudiaría rebajar la nota de acceso a las becas de Bachillerato para no contribuir
a un mayor abandono escolar temprano, en el caso de las universidades aclaró
que aquí ya se cumplen los objetivos de la estrategia Europa 2020. El ministro expresó su «total
desacuerdo» en las cifras de hasta
un 50%en que los rectores calculan que se reducirá en sus universidades las
becas con el nuevo sistema y señaló que se estudiarán «con atención» las
sugerencias que la semana que viene le harán llegar las universidades, pero
excluyó expresamente revisar «los principios del decreto» y que éste es
responsabilidad del Ministerio, no «un proceso colegislativo».
Según
había expresado la presidenta de la Conferencia de Rectores (CRUE), Adelaida
de la Calle, a la entrada al Consejo de Universidades, la «responsabilidad
social» de los rectores es defender «hasta el final» la «igualdad de
oportunidades». Según De la Calle, «no
podemos perder aquellos derechos que había adquirido la sociedad y que además son derechos
constitucionales» y aseguró que defienden dejar
en un cinco el requisito académico para acceder a la beca.
«Una cosa
es premiar el mérito, que está muy bien y tiene sus vías, y otra dar igualdad
de oportunidades», señaló. En este sentido, los rectores defienden que «no deben mezclarse ni
confundirse las becas de carácter asistencial como instrumento de integración y promoción
social, con las de excelencia
académica», tal como han
expresado en un comunicado oficial.
El rector
de la Universidad Complutense, José Carrillo, aseguró que se iba a pedir la
retirada del borrador de decreto, porque
con él «muchos se quedarán sin becas». Según
Carrillo, «la igualdad de oportunidades hace tiempo que está rota» y según el
anteproyecto de decreto, «si eres más pobre tiene que demostrar que eres más
listo».
La reunión
del Consejo de Universidades tiene lugar después de que el ministro
atendiera la petición de los consejeros autonómicos de Educación de
reconsiderar la obligación de que para optar a una beca en bachillerato y FP el
próximo curso se necesitara tener un 6 y un 5,5 de nota mínima,
respectivamente.
Los estudiantes lo ven «insuficiente»
Sin
embargo, las asociaciones de estudiantes consideran «insuficiente» el
compromiso adquirido por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, con las
comunidades autónomas de revisar la nota para acceder a una beca en
Bachillerato. Así lo ha expresado en declaraciones a Europa Press el presidente
de la Confederación de
Asociaciones de Estudiantes (Canae), Álvaro Ferrer, autor de la mayor parte
de enmiendas sobre el texto del Gobierno aprobadas esta semana en el Consejo
Escolar del Estado.
«El
ministro lo único que ha planteado es revisar la nota y para nosotros no es
suficiente», ha dicho. La organización reclama al ministro que cumpla el
dictamen del Consejo Escolar y «replantee
toda su propuesta» porque el
«problema», según afirma, «no es sólo de nota, sino de todo el sistema», que
establece una parte fija asociada a la renta y/o a la residencia durante el
curso con importe de 1.500 euros y otra variable que depende de indicadores
como los resultados académicos del solicitante o la disponibilidad
presupuestaria.
«El sistema marca
una cuantía fija claramente insuficiente, así que los estudiantes y las
familias van a tener que depender de la parte variable, que tiene en cuenta la
nota. Esto genera un efecto
disuasorio para expulsar a
gente del sistema, porque muchas familias se la juegan en un sistema
competitivo y cuando pidan la beca no van a saber si se la van a conceder ni
por qué importe», ha asegurado. En su opinión, la nueva arquitectura «ataca»,
además, «la igualdad de oportunidades».
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